miércoles, 29 de octubre de 2014
martes, 28 de octubre de 2014
lunes, 27 de octubre de 2014
sábado, 25 de octubre de 2014
jueves, 23 de octubre de 2014
COMENTARIO DEL RÉGIMEN DE UN RÍO (HIDROGRAMA)
CONCEPTOS BÁSICOS
Régimen fluvial: variaciones estacionales del
caudal de un río a lo largo del año.
Caudal o modulo absoluto: cantidad de agua que pasa por un
punto de un río por segundo.
Coeficiente de caudal mensual; K: resultado
de dividir el caudal medio de cada mes entre el caudal anual. 1
significa valor de caudal medio, más de 1 aumento del caudal (o aguas
altas), menos de 1 decrece (aguas bajas). Por lo tanto 2 será
doble del caudal medio y así sucesivamente. No suele pasar de 3, salvo los ríos
nivales puros.
¿QUÉ ES UN HIDROGRAMA?
Un hidrograma es un gráfico que representa la variación
del caudal de un río en un punto concreto (estación de aforo) a lo largo de un
tiempo (un año). Resulta útil para analizar el régimen de un río y las crecidas
puntuales
FASES EN EL COMENTARIO:
1. Lectura de datos e identificación del tipo de régimen de un río.
LECTURA DE DATOS
-
Comentar
el río al que pertenece y la estación de aforo (si conocemos los datos).
-
Anotar
el módulo.
-
Comentar
pico máximo principal y secundarios y pico mínimo principal y secundario.
-
Señalar
los picos superiores a dos (indica crecida estacional) y los cercanos a 0
(indica estiaje).
IDENTIFICACIÓN DEL RÉGIMEN
· Régimen nival: a finales de primavera y en verano,
tienen más caudal por el deshielo (puntos a más de 2500m): más caudal a finales de primavera
y verano (+ de 3 k: coeficiente de caudal)
con el deshielo.
· Régimen mixto: son parecidos a los nivales, sólo
que atenuados en intensidad y con crecidas levemente anticipadas.
- Régimen nivo-pluvial (puntos situados entre
2000 y 2500m) más caudal en mayo (+ de 2k), pero estiaje en verano (-1k).
- Régimen pluvio-nival (puntos situados entre
1600 y 1800m) pico en abril-marzo. Estiaje en verano hasta otoño.
· Regímenes pluviales: caudal en función de las lluvias
que acompañan a cada clima:
- Pluvial-oceánico: alto
módulo absoluto (+200 m/s) más caudal en invierno (entorno a 2k).
Suave estiaje. Corresponde a ríos de la vertiente cantábrica.
- Pluvial mediterráneo
continental: bajo caudal absoluto (-20 m/s) más caudal en primavera y otoño. Importante estiaje. Corresponde a
ríos del interior peninsular.
- Pluvial mediterráneo litoral del levante:
bajo caudal (-20 m/s) irregular, picos en octubre, febrero y mayo (al tener
tres picos se distingue del continental). Suave estiaje. Corresponde a
ríos del litoral levantino.
- Pluvial
mediterráneo litoral subtropical. Escasísimo caudal absoluto (-10 m/s)
largo estiaje (de marzo a noviembre), se distingue de los nivales en que tiene
el pico este régimen tiene el pico en invierno. Corresponde a los ríos más
meridionales de la península (especialmente entre Almería y Gibraltar, es decir
Cuenca Sur).
2. Identificar la zona geográfica a la que pertenece. Precisamos las
regiones en las que puede situarse, según el clima al que pertenezca.
3. Hacer un comentario sobre la cuenca hidrográfica a la que puede pertenecer.
Finalizar comentando en general el uso del agua y las
infraestructuras necesarias.
miércoles, 22 de octubre de 2014
martes, 21 de octubre de 2014
lunes, 20 de octubre de 2014
Texto de Nieves Concostrina sobre la Armada Invencible.
Han pasado
cuatrocientos veinte años y a los ingleses aún no se les ha cortado la risa. La
Gran Armada, la conocida irónicamente como la Armada Invencible, partió tan
contenta de España para invadir Inglaterra, y el día 31 de julio de 1588 se
produjo la primera escaramuza a la entrada del Canal de la Mancha. Aquel primer
encuentro no fue especialmente grave, porque sólo perdimos dos barcos, pero
mejor hubiera sido dar media vuelta y volver, porque ya estaba claro lo que nos
esperaba.
El objetivo de la Gran
Armada era recoger en Flandes a treinta mil soldados y de allí partir para
invadir Inglaterra y derrocar a la reina Isabel I. Pero, claro, para llegar a
Flandes había que atravesar el Canal de la Mancha, y en los planes españoles
estaba hacerlo con disimulo, como mirando para otro lado, para llegar a Flandes
y embarcar a los soldados. Primer fallo: los ingleses no son imbéciles. Segundo
fallo: es imposible que ciento veintisiete barcos en comandita pasen por el
Canal de la Mancha sin ser vistos. Tercer fallo: los soldados de Flandes no
estaban preparados.
Aquella aventura se planteó, en parte, por el dominio del Atlántico, y en
parte, como una cruzada, porque en el trono de Inglaterra se había instalado
una reina protestante y Felipe II la quería católica. Las tripulaciones de los
barcos rezaban todos los días el rosario a bordo y en los mástiles ondeaban
imágenes do Vírgenes y Cristos con el lema «Álzate Señor y defiende tu causa».
Pero el Señor debía de tener mejores causas que atender, porque los ingleses
nos dieron la del pulpo.
La mala pericia en la navegación (porque Felipe II puso al trente de la
Armada al tipo más torpe del reino, a Alonso Pérez do Guzmán, séptimo duque de
Medina Sidonia), una pésima planificación y unas cuantas borrascas inoportunas
dieron al traste con la expedición. De ahí la famosa excusa que se le atribuyó
a Felipe II diciendo que él «había enviado a sus naves a pelear contra los
hombres, no contra los vientos y las olas de Dios».
Pero Felipe II nunca dijo esto, porque se percató de que ni teniendo como
aliado al anticiclón de las Azores hubiera podido invadir Inglaterra.
jueves, 16 de octubre de 2014
Comentario mapa Europa siglo XVI.
COMENTARIO DE MAPAS DE LOS AUSTRIAS
El
imperio espanol del siglo XVI
Durante el siglo XVI España alcanzó el mayor poderío político y
militar de su historia. Se creó un imperio inmenso con posesiones en Europa,
Filipinas y, sobre todo, América, lo que le permitió convertirse en la nación
dominante en Europa durante más de un siglo. El protagonismo de este periodo
recayó en manos de dos reyes, padre e hijo: Carlos V y Felipe II
1. La herencia de Carlos V
Hijo de Juana I de Castilla y de Felipe I de Habsburgo, nació en Gante (Flandes) en 1500. Sus padres reinaron en Castilla durante un breve periodo (desde 1504), pero tras la muerte de Felipe I en 1505, su esposa Juana enloqueció y aunque nunca perdió el título de reina de Castilla, sin embargo, no estuvo en condiciones de reinar. Las Cortes castellanas nombraron heredero del trono a Carlos, que tomaría posesión del mismo con su mayoría de edad.
De este modo Carlos V reunió la herencia de los territorios de sus cuatro abuelos: Austria y el título de emperador (de su abuelo paterno, Maximiliano I de Austria), Borgoñona, que comprendía los Países Bajos, el Francocondado y Luxemburgo (de su abuela paterna, María de Borgoña), Aragón (de su abuelo materno Fernando el Católico) y Castilla (de Isabel la Católica). A través de Aragón heredaba también los reinos de Sicilia, Nápoles, Cerdeña y Jerusalén; y por medio de Castilla, Las islas Canarias yLa América española.
El día 30 de mayo de 1516 fue proclamado rey en Madrid y se convirtió así en el primer monarca hispano de la casa de Austria o Habsburgo (que gobernarán hasta el año 1700). Se le conoce como Carlos I (título de rey de España) o como Carlos V (título imperial y que fue el más usado durante su reinado)
El monarca estuvo casi siempre alejado de España desarrollando su proyecto imperial en Europa. Durante todo su reinado trató de vencer a sus enemigos Europeos: Francia, las regiones protestantes en Alemania y también el Imperio Turco, a todos ellos tuvo controlados pero no logró derrotar totalmente. Eso sí: consiguió elevar a España a la posición de nación más potente de Europa.
Hijo de Juana I de Castilla y de Felipe I de Habsburgo, nació en Gante (Flandes) en 1500. Sus padres reinaron en Castilla durante un breve periodo (desde 1504), pero tras la muerte de Felipe I en 1505, su esposa Juana enloqueció y aunque nunca perdió el título de reina de Castilla, sin embargo, no estuvo en condiciones de reinar. Las Cortes castellanas nombraron heredero del trono a Carlos, que tomaría posesión del mismo con su mayoría de edad.
De este modo Carlos V reunió la herencia de los territorios de sus cuatro abuelos: Austria y el título de emperador (de su abuelo paterno, Maximiliano I de Austria), Borgoñona, que comprendía los Países Bajos, el Francocondado y Luxemburgo (de su abuela paterna, María de Borgoña), Aragón (de su abuelo materno Fernando el Católico) y Castilla (de Isabel la Católica). A través de Aragón heredaba también los reinos de Sicilia, Nápoles, Cerdeña y Jerusalén; y por medio de Castilla, Las islas Canarias yLa América española.
El día 30 de mayo de 1516 fue proclamado rey en Madrid y se convirtió así en el primer monarca hispano de la casa de Austria o Habsburgo (que gobernarán hasta el año 1700). Se le conoce como Carlos I (título de rey de España) o como Carlos V (título imperial y que fue el más usado durante su reinado)
El monarca estuvo casi siempre alejado de España desarrollando su proyecto imperial en Europa. Durante todo su reinado trató de vencer a sus enemigos Europeos: Francia, las regiones protestantes en Alemania y también el Imperio Turco, a todos ellos tuvo controlados pero no logró derrotar totalmente. Eso sí: consiguió elevar a España a la posición de nación más potente de Europa.
1.2. Los problemas internos.
El rey se caracterizó por preocuparse poco por los intereses nacionales. Cuando llegó a España para tomar posesión del trono, hablaba el español con dificultad y todos sus asesores eran extranjeros. Esto unido a que inmediatamente pidió gran cantidad de dinero a los reinos de España (Castilla, Aragón, Valencia, etc.…) para financiar su política imperialista, provocó el descontento general de la nobleza y el pueblo. Por todo ello sufrió al inicio de su reinado dos importantes revueltas:
a) Los comuneros (1520-1522) En Castilla las ciudades se rebelaron contra la política recaudatoria que obligaba a pagar fuertes impuestos. También fue la manifestación del espíritu nacionalista de un pueblo que no aceptaba la presencia de gobernantes extranjeros. Ciudades como Segovia, Toledo y Salamanca se declararon comunidades y no reconocían el poder real. En principio tuvieron el apoyo también de la nobleza castellana (que tampoco quería ser gobernada por un rey “extranjero”), pero cuando ésta vio amenazada también sus intereses cambió su apoyo para ponerse de lado del monarca (los revolucionarios pedían un cambio más amplio de los privilegios nobiliarios). Fueron derrotados en la batalla de Villalar en 1521. Desde entonces la monarquía tuvo un control total sobre las Cortes de Castilla.
El rey se caracterizó por preocuparse poco por los intereses nacionales. Cuando llegó a España para tomar posesión del trono, hablaba el español con dificultad y todos sus asesores eran extranjeros. Esto unido a que inmediatamente pidió gran cantidad de dinero a los reinos de España (Castilla, Aragón, Valencia, etc.…) para financiar su política imperialista, provocó el descontento general de la nobleza y el pueblo. Por todo ello sufrió al inicio de su reinado dos importantes revueltas:
a) Los comuneros (1520-1522) En Castilla las ciudades se rebelaron contra la política recaudatoria que obligaba a pagar fuertes impuestos. También fue la manifestación del espíritu nacionalista de un pueblo que no aceptaba la presencia de gobernantes extranjeros. Ciudades como Segovia, Toledo y Salamanca se declararon comunidades y no reconocían el poder real. En principio tuvieron el apoyo también de la nobleza castellana (que tampoco quería ser gobernada por un rey “extranjero”), pero cuando ésta vio amenazada también sus intereses cambió su apoyo para ponerse de lado del monarca (los revolucionarios pedían un cambio más amplio de los privilegios nobiliarios). Fueron derrotados en la batalla de Villalar en 1521. Desde entonces la monarquía tuvo un control total sobre las Cortes de Castilla.
b) Las Germanías (1521-1523) En
Valencia y Mallorca, los gremios de artesanos, campesinos y comerciantes se
rebelaron contra el poder real y contra los señores que los tenían sometidos
con abusos de poder y fuertes impuestos. Se trató de una guerra civil que
reclamaba unas mejores condiciones de vida para una población que llevaba más
de un siglo sufriendo los golpes de la peste y la crisis económica. Fue
uno de los intentos más notables de lucha por la libertad en aquella época,
pero la monarquía con el apoyo de la alta nobleza también logró derrotarlos.
Después de solucionar estos dos problemas el rey pudo dedicarse a
su política imperial en Europa y a la conquista y colonización de América. En
su ausencia, España fue gobernada durante largos periodos por su esposa, la
reina Isabel de Portugal.
3. Política exterior en Europa
Carlos V, sobre todo en los primeros años de su reinado, casi nunca estaba en España y su interés principal era la política imperial europea. En su cabeza tenía un plan que con el paso de los años tuvo que abandonar: quería unir Europa bajo el mando de un emperador (él mismo). Sería como consolidar una especie de “unión europea” en torno a la figura de una monarquía universal con el catolicismo y su defensa como elemento de unión común. Pero en su proyecto se entrometió Francia que no aceptaba estar subordinada a España y el incipiente protestantismo de Lutero que pronto fue usado por los príncipes alemanes para enfrentarse a Carlos V, defensor del catolicismo.
El emperador era dueño de un inmenso territorio en Europa, como se puede ver en el mapa. Era señor en los Países Bajos, Austria, Luxemburgo, el Francocondado y la mayor parte de Italia. Además poseía el título honorífico de “Cesar” o Emperador del Imperio Sacro Romano, una diversidad de territorios repartidos entre lo que es hoy Alemania sobre los que ejercía su influencia.
El imperio estaba amenazado por diferentes enemigos y para mantenerlo hacía falta mucho dinero, que provenía en su mayor parte de los impuestos recogidos en los reinos de España, el oro y la plata que venían de América y los prestamos de los banqueros alemanes. Con todo, debido al excesivo gasto en guerras, al final de su reinado el Estado quedó en bancarrota.
Los principales problemas de Carlos V en Europa fueron:
Carlos V, sobre todo en los primeros años de su reinado, casi nunca estaba en España y su interés principal era la política imperial europea. En su cabeza tenía un plan que con el paso de los años tuvo que abandonar: quería unir Europa bajo el mando de un emperador (él mismo). Sería como consolidar una especie de “unión europea” en torno a la figura de una monarquía universal con el catolicismo y su defensa como elemento de unión común. Pero en su proyecto se entrometió Francia que no aceptaba estar subordinada a España y el incipiente protestantismo de Lutero que pronto fue usado por los príncipes alemanes para enfrentarse a Carlos V, defensor del catolicismo.
El emperador era dueño de un inmenso territorio en Europa, como se puede ver en el mapa. Era señor en los Países Bajos, Austria, Luxemburgo, el Francocondado y la mayor parte de Italia. Además poseía el título honorífico de “Cesar” o Emperador del Imperio Sacro Romano, una diversidad de territorios repartidos entre lo que es hoy Alemania sobre los que ejercía su influencia.
El imperio estaba amenazado por diferentes enemigos y para mantenerlo hacía falta mucho dinero, que provenía en su mayor parte de los impuestos recogidos en los reinos de España, el oro y la plata que venían de América y los prestamos de los banqueros alemanes. Con todo, debido al excesivo gasto en guerras, al final de su reinado el Estado quedó en bancarrota.
Los principales problemas de Carlos V en Europa fueron:
• La guerra constante contra Francia con quien disputaba la hegemonía
europea
Durante todo el siglo luchó contra Francia por varios motivos. Francia había sido durante el anterior siglo XV la nación más fuerte de Europa, por tanto la rivalidad era inevitable. Carlos V tenía como objetivo continuar la política de sus abuelos, los Reyes Católicos, de aislar a Francia e intentar sustituirla como primera potencia. Y lo consiguió. Tanto durante su reinado, como durante el de su hijo, Felipe II, Francia no logró derrotar a los soldados españoles en ninguna batalla a lo largo del siglo XVI.
Otros problemas que les enfrentaron fueron:
– La rivalidad con el rey Francisco I de Francia por conseguir el título de emperador.
– El control de Milán y otros territorios en el norte de Italia. España logró dominar el norte de Italia después de las victorias en las Batallas de Pavía (1525) y San Quintín (1555).
Durante todo el siglo luchó contra Francia por varios motivos. Francia había sido durante el anterior siglo XV la nación más fuerte de Europa, por tanto la rivalidad era inevitable. Carlos V tenía como objetivo continuar la política de sus abuelos, los Reyes Católicos, de aislar a Francia e intentar sustituirla como primera potencia. Y lo consiguió. Tanto durante su reinado, como durante el de su hijo, Felipe II, Francia no logró derrotar a los soldados españoles en ninguna batalla a lo largo del siglo XVI.
Otros problemas que les enfrentaron fueron:
– La rivalidad con el rey Francisco I de Francia por conseguir el título de emperador.
– El control de Milán y otros territorios en el norte de Italia. España logró dominar el norte de Italia después de las victorias en las Batallas de Pavía (1525) y San Quintín (1555).
• El enfrentamiento con los príncipes protestantes alemanes.
Carlos V utilizó el catolicismo y su defensa como un medio para
dar unidad a los diferentes territorios que controlaba. A su vez los príncipes
alemanes, que no deseaban estar gobernados por el emperador, utilizaron el
recién nacido luteranismo para distanciarse y enfrentarse a Carlos V. Por
tanto, la religión formó parte importante de la política de la época.
Lutero recibió el apoyo de los príncipes alemanes rebeldes (Dieta de Worms, 1521) y esto provocó el inicio de la guerra de Carlos V contra el protestantismo. El rey logró ganar las principales batallas, significativo fue su gran triunfo en Mühlberg (Alemania, 1546) sobre los protestantes. Sin embargo, el problema continuó y años más tarde (desgastado por no ser capaz de poner fin a tan costoso enfrentamiento) tuvo que aceptar la libertad de culto en los territorios alemanes, lo que en la práctica significaba una renuncia a tener el control sobre estos.
Lutero recibió el apoyo de los príncipes alemanes rebeldes (Dieta de Worms, 1521) y esto provocó el inicio de la guerra de Carlos V contra el protestantismo. El rey logró ganar las principales batallas, significativo fue su gran triunfo en Mühlberg (Alemania, 1546) sobre los protestantes. Sin embargo, el problema continuó y años más tarde (desgastado por no ser capaz de poner fin a tan costoso enfrentamiento) tuvo que aceptar la libertad de culto en los territorios alemanes, lo que en la práctica significaba una renuncia a tener el control sobre estos.
• La guerra contra los turcos por el control del Mediterráneo.
El otro gran problema de Carlos V en Europa fue la rivalidad con el imperio Turco. Los turcos habían sido derrotados en Viena, en su intento por invadir Austria (ya controlaban Hungría). Pero en el mar dificultaban las rutas comerciales por el mediterráneo y constantemente atacaban puertos españoles en Italia e incluso Mallorca y la costa del levante. El emperador se enfrentó a ellos y logró conquistar Túnez (1533), pero perdió en Argel en 1541, cediendo de nuevo el control marítimo de la zona. El problema tampoco se solucionaría durante su reinado.
La mayoría de los problemas anteriores van a continuar durante el reinado de su hijo, Felipe II
El otro gran problema de Carlos V en Europa fue la rivalidad con el imperio Turco. Los turcos habían sido derrotados en Viena, en su intento por invadir Austria (ya controlaban Hungría). Pero en el mar dificultaban las rutas comerciales por el mediterráneo y constantemente atacaban puertos españoles en Italia e incluso Mallorca y la costa del levante. El emperador se enfrentó a ellos y logró conquistar Túnez (1533), pero perdió en Argel en 1541, cediendo de nuevo el control marítimo de la zona. El problema tampoco se solucionaría durante su reinado.
La mayoría de los problemas anteriores van a continuar durante el reinado de su hijo, Felipe II
• Otros de los hechos destacados:
El enfrentamiento con el Papa Clemente VIII. Este Papa era aliado del rey francés y en general deseaba restar poder a Carlos V.
Se negaba a coronarle como emperador. Consecuencia indirecta de esta rivalidad fue el “Saco de Roma”: las tropas de Carlos V estaban acampadas cerca de Roma y llevaban varios meses sin cobrar, se amotinaron y decidieron saquear Roma para cubrir sus necesidades sin una oposición firme por parte de sus generales. En el fondo el Papa estaba siendo un problema para los intereses del rey español. El hecho conmocionó a Europa y atemorizó al Papa que fue hecho prisionero. Desde entonces el Papa se mostró temeroso y evitó molestar de nuevo a Carlos V quien finalmente fue coronado emperador en 1530.Otro caso notorio fue el de Enrique VIII, que no recibía el permiso papal para separarse de su primera esposa, Catalina de Aragón, tía de Carlos V. Precisamente la negativa del Papa se debía a presiones del emperador español (y a la cercanía en el recuerdo del saqueo de Roma). La consecuencia final fue la separación de Enrique VIII de la iglesia católica y la creación de la iglesia anglicana y así alcanzar el divorcio.
El enfrentamiento con el Papa Clemente VIII. Este Papa era aliado del rey francés y en general deseaba restar poder a Carlos V.
Se negaba a coronarle como emperador. Consecuencia indirecta de esta rivalidad fue el “Saco de Roma”: las tropas de Carlos V estaban acampadas cerca de Roma y llevaban varios meses sin cobrar, se amotinaron y decidieron saquear Roma para cubrir sus necesidades sin una oposición firme por parte de sus generales. En el fondo el Papa estaba siendo un problema para los intereses del rey español. El hecho conmocionó a Europa y atemorizó al Papa que fue hecho prisionero. Desde entonces el Papa se mostró temeroso y evitó molestar de nuevo a Carlos V quien finalmente fue coronado emperador en 1530.Otro caso notorio fue el de Enrique VIII, que no recibía el permiso papal para separarse de su primera esposa, Catalina de Aragón, tía de Carlos V. Precisamente la negativa del Papa se debía a presiones del emperador español (y a la cercanía en el recuerdo del saqueo de Roma). La consecuencia final fue la separación de Enrique VIII de la iglesia católica y la creación de la iglesia anglicana y así alcanzar el divorcio.
Final. Carlos V cansado y enfermo abdicó un par de
años antes de su muerte. Su
hijo, Felipe II, que ya era duque de Milán desde 1546 y rey de Nápoles
heredó en 1556 las coronas de Castilla y Aragón. Sin embargo, los
territorios austriacos y el título imperial se los cedió a hermano
Fernando I (1558), entre otras razones para evitar a su hijo el tener que
seguir luchando con el difícil problema del protestantismo.
2. Reinado de Felipe II
2.1. El rey.
Felipe II el Prudente, nació en Valladolid el 21 de mayo de 1527, hijo del emperador Carlos V y de Isabel de Portugal desde muy joven fue preparado para ser rey. Su padre se preocupó mucho por su educación y le preparó en política y diplomacia, dejándole como rey regente de España durante sus ausencias en 1543 y 1551.
Tomó el trono español tras la abdicación de Carlos V en 1556, y hasta 1598 gobernó el enorme imperio integrado por Castilla, Aragón, Cataluña, Navarra, Valencia, el Franco-Condado, los Países Bajos, Sicilia, Cerdeña, Milán, Nápoles, Orán y Túnez, toda la América española (menos las inhóspitas zonas de Norteamérica que nunca se llegaron a colonizar) y Filipinas. En 1580 es nombrado rey de Portugal, por lo que incorporó Brasil y los territorios afroasiáticos portugueses.
Se caso 4 veces, siempre por razones de Estado: el futuro heredero, Felipe III, nació de su cuarto matrimonio que fue con Ana de Austria (1549-1580) (se casaron primero por poderes en 1570 en el castillo de Praga). Era su sobrina, hija de su primo Maximiliano II de Austria y de su hermana María.
Como persona fue un hombre muy trabajador – se pasaba la mayor parte del tiempo en su despacho- siendo esta casi la única virtud que compartía con su padre, pues al contrario que el Emperador, fue Felipe II un hombre muy reservado, serio, poco amante de fiestas y viajes, y en lo posible evitaba el contacto con las personas.
Sin embargo, el recuerdo que queda de su reinado es muy negativo fuera de España y discutido dentro de ella. Desde el principio, sobre todo historiadores franceses e ingleses, presentaron al rey como un monstruo fanático y despótico. Especialmente se le atacó por su extremismo católico y por la forma de explotación en América. Lo cierto es que la “leyenda negra” que sobre el rey ha dejado la historia no se ajusta a la realidad. Fue un hombre prudente, calculador y con una enorme visión de estado y de responsabilidad política. Pero era el dueño de un imperio inmenso, lo que por sí mismo explica el desprestigio de las recelosas naciones enemigas (salvando las distancias, pensemos en la imagen exterior que para muchos hoy tiene EEUU, por ejemplo)
Durante su gobierno, el imperio español se extendió colonialmente a través de Atlántico y el Océano Pacífico; se consolidó durante mucho tiempo como el principal país y potencia europea en todo el mundo. Su imperio fue el primer imperio global de la historia, porque por primera vez un imperio abarcaba posesiones en todos los continentes, las cuales, a diferencia de lo que ocurría con el Imperio Romano o en el de Carlomagno, no se comunicaban por tierra entre sí.
2.1. El rey.
Felipe II el Prudente, nació en Valladolid el 21 de mayo de 1527, hijo del emperador Carlos V y de Isabel de Portugal desde muy joven fue preparado para ser rey. Su padre se preocupó mucho por su educación y le preparó en política y diplomacia, dejándole como rey regente de España durante sus ausencias en 1543 y 1551.
Tomó el trono español tras la abdicación de Carlos V en 1556, y hasta 1598 gobernó el enorme imperio integrado por Castilla, Aragón, Cataluña, Navarra, Valencia, el Franco-Condado, los Países Bajos, Sicilia, Cerdeña, Milán, Nápoles, Orán y Túnez, toda la América española (menos las inhóspitas zonas de Norteamérica que nunca se llegaron a colonizar) y Filipinas. En 1580 es nombrado rey de Portugal, por lo que incorporó Brasil y los territorios afroasiáticos portugueses.
Se caso 4 veces, siempre por razones de Estado: el futuro heredero, Felipe III, nació de su cuarto matrimonio que fue con Ana de Austria (1549-1580) (se casaron primero por poderes en 1570 en el castillo de Praga). Era su sobrina, hija de su primo Maximiliano II de Austria y de su hermana María.
Como persona fue un hombre muy trabajador – se pasaba la mayor parte del tiempo en su despacho- siendo esta casi la única virtud que compartía con su padre, pues al contrario que el Emperador, fue Felipe II un hombre muy reservado, serio, poco amante de fiestas y viajes, y en lo posible evitaba el contacto con las personas.
Sin embargo, el recuerdo que queda de su reinado es muy negativo fuera de España y discutido dentro de ella. Desde el principio, sobre todo historiadores franceses e ingleses, presentaron al rey como un monstruo fanático y despótico. Especialmente se le atacó por su extremismo católico y por la forma de explotación en América. Lo cierto es que la “leyenda negra” que sobre el rey ha dejado la historia no se ajusta a la realidad. Fue un hombre prudente, calculador y con una enorme visión de estado y de responsabilidad política. Pero era el dueño de un imperio inmenso, lo que por sí mismo explica el desprestigio de las recelosas naciones enemigas (salvando las distancias, pensemos en la imagen exterior que para muchos hoy tiene EEUU, por ejemplo)
Durante su gobierno, el imperio español se extendió colonialmente a través de Atlántico y el Océano Pacífico; se consolidó durante mucho tiempo como el principal país y potencia europea en todo el mundo. Su imperio fue el primer imperio global de la historia, porque por primera vez un imperio abarcaba posesiones en todos los continentes, las cuales, a diferencia de lo que ocurría con el Imperio Romano o en el de Carlomagno, no se comunicaban por tierra entre sí.
2.2. Política Interior.
El rey se preocupó mucho más que su padre por la política española. Impulsó importantes cambios, los más destacados son:
• Reforma y modernización administrativa. Felipe II modernizó la administración española, convirtiéndola en la más sofisticada y compleja de su época. Con una red amplia de delegaciones u oficinas y funcionarios que realizaban las tareas de estado. También se centró mucho en mejorar las comunicaciones y la correspondencia postal (se decía que con el servicio de postas a caballo que articuló era posible hacer llegar un mensaje entre Flandes y España ¡en tan solo 3 días!). Era fundamental estar bien comunicado para poder controlar ese gran territorio. Creó un enorme cuerpo de embajadores y especialmente de espías que proporcionaban al rey información privilegiada.
El principal problema para la gobernabilidad, en cambio, no lo resolvió: la mayoría de territorios que gobernaba tenían sus propias leyes, monedas y sistemas de impuestos.
El rey se preocupó mucho más que su padre por la política española. Impulsó importantes cambios, los más destacados son:
• Reforma y modernización administrativa. Felipe II modernizó la administración española, convirtiéndola en la más sofisticada y compleja de su época. Con una red amplia de delegaciones u oficinas y funcionarios que realizaban las tareas de estado. También se centró mucho en mejorar las comunicaciones y la correspondencia postal (se decía que con el servicio de postas a caballo que articuló era posible hacer llegar un mensaje entre Flandes y España ¡en tan solo 3 días!). Era fundamental estar bien comunicado para poder controlar ese gran territorio. Creó un enorme cuerpo de embajadores y especialmente de espías que proporcionaban al rey información privilegiada.
El principal problema para la gobernabilidad, en cambio, no lo resolvió: la mayoría de territorios que gobernaba tenían sus propias leyes, monedas y sistemas de impuestos.
• Madrid, Capital de España. Es el primer rey que fija la capital en Madrid (1561), algo
importante para la unidad territorial, pues la España cristiana desde tiempos
de los visigodos no había tenido una capital del conjunto territorial. También
vivió durante tres años en Lisboa cuando fue rey de Portugal. Madrid era
entonces una ciudad de unos 10.000 habitantes que cuando acabó el siglo
alcanzaba los 150.000. La razón para hacerla capital fueron sobre todo
geográficas (aunque, sin querer extendernos demasiado, otras de las razones que
pesaron en la decisión fueron que: se trataba de una ciudad joven con
posibilidades de crecer, no pertenecía a ninguna orden militar u otra entidad
privada y tenía buenos cazaderos en sus alrededores)
• Castilla. Aunque
el oro y la plata de América se dice que fueron el motor del imperio, lo cierto
es que también una buena parte de los recursos se sacaban de los impuestos que
pagaba el reino de Castilla (Aragón, Cataluña y Navarra tenían otra
legislación). Castilla, principal financiadora de las guerras europeas del rey,
estuvo asfixiada por los impuestos y no pudo dedicar el dinero necesario al
desarrollo interior, viéndose claramente perjudicada por la política imperial.
• Revueltas en el interior. El monarca tuvo, como su padre, que hacer frente a unos cuantos
problemas internos, el más grave: La revuelta de las Alpujarras (sierra
granadina). Un conflicto que enfrentó a la corona contra los moriscos de
Granada (recordemos que los moriscos son los antiguos mudéjares, es decir,
musulmanes que viven en zona cristiana). Se desarrolló entre 1568 y 1571, y su
origen estuvo en la negativa de los moriscos a la nueva ley religiosa que les
obligaba a renunciar a sus prácticas y costumbres. Los moriscos, que siempre
vivieron sometidos y en malas condiciones, estallaron en una revuelta o más
bien una auténtica guerra cuando recibieron estas nuevas presiones desde el
poder. Al final, fueron vencidos por las tropas dirigidas por don Juan de
Austria, hermanastro del rey, y los 80.000 supervivientes fueron dispersados
por los diferentes territorios nacionales para evitar que siguieran
congregados, con el riesgo que esto suponía de una futura rebelión. Finalmente,
como veremos en el tema siguiente, fueron expulsados definitivamente de España
en 1609.
• Las bancarrotas. El
enorme gasto en guerras llevó a España a sufrir 3 bancarrotas durante su
reinado 1557 (ésta en realidad producida por la política de su padre), 1575 y
1596. Al final de su mandato la deuda pública era enorme.
Como su padre, la política exterior de Felipe II viene marcada por
las guerras para mantener el imperio. Hereda casi todos los problemas que ya
tuvo su padre y a esto añade algunos nuevos. Veámoslo.
3.1.
Conflictos heredados del reinado de su padre
• Guerra con Francia
La rivalidad con Francia continuó durante su reinado como ya había sucedido durante el gobierno de su padre. De nuevo el enfrentamiento se debía a razones generales de estado:
– Demostrar que España tenía la supremacía europea
– Luchas por intereses políticos en el norte de Italia (Milán). También por el apoyo francés a los rebeldes holandeses.
Logró imponerse a Francia durante todo su reinado, incluso sus tropas, en cierta ocasión, estuvieron a punto de invadir París. Pero Francia era un país demasiado grande, fuerte y tres veces más poblado que España, por lo que al final se impuso la lógica y hacia mediados del siglo XVII, Francia invirtió, en detrimento de España, la situación de hegemonía europea.
• Guerra con Francia
La rivalidad con Francia continuó durante su reinado como ya había sucedido durante el gobierno de su padre. De nuevo el enfrentamiento se debía a razones generales de estado:
– Demostrar que España tenía la supremacía europea
– Luchas por intereses políticos en el norte de Italia (Milán). También por el apoyo francés a los rebeldes holandeses.
Logró imponerse a Francia durante todo su reinado, incluso sus tropas, en cierta ocasión, estuvieron a punto de invadir París. Pero Francia era un país demasiado grande, fuerte y tres veces más poblado que España, por lo que al final se impuso la lógica y hacia mediados del siglo XVII, Francia invirtió, en detrimento de España, la situación de hegemonía europea.
•
Guerra contra los turcos en el mediterráneo
La amenaza turca seguía sin estar resuelta. Su padre luchó contra los turcos en el mediterráneo -cuando decimos “turcos” en realidad nos referimos a los corsarios turcos que trabajaban para el Sultán asaltando barcos y haciendo insegura el comercio marítimo- y tuvo éxitos y fracasos por igual.
España, con el apoyo del Vaticano y Venecia, venció en la famosa batalla naval de Lepanto (1571) y por fin se frenó la amenaza turca aunque de manera temporal, porque pronto el imperio otomano reorganizaría su armada (con el apoyo del rey de Francia).
La amenaza turca seguía sin estar resuelta. Su padre luchó contra los turcos en el mediterráneo -cuando decimos “turcos” en realidad nos referimos a los corsarios turcos que trabajaban para el Sultán asaltando barcos y haciendo insegura el comercio marítimo- y tuvo éxitos y fracasos por igual.
España, con el apoyo del Vaticano y Venecia, venció en la famosa batalla naval de Lepanto (1571) y por fin se frenó la amenaza turca aunque de manera temporal, porque pronto el imperio otomano reorganizaría su armada (con el apoyo del rey de Francia).
3.2.
Nuevos conflictos internacionales de su reinado
• Problemas en los Países Bajos. Durante el reinado de Felipe II comenzó la guerra con losPaíses Bajos. Sus causas fueron políticas y religiosas. Las regiones de Holanda y parte de Bélgica se declararon protestantes y buscaban la independencia de España. La guerra de los Países Bajos se perdió por el apoyo de Inglaterra a los protestantes y por las dificultades económicas de la Corona. Por fin, en 1598, Felipe II concedió la autonomía a los Países Bajos, pero sólo la aceptaron las provincias del Sur, católicas (Bélgica). El norte (Holanda), calvinista, fue prácticamente independiente.
• Problemas en los Países Bajos. Durante el reinado de Felipe II comenzó la guerra con losPaíses Bajos. Sus causas fueron políticas y religiosas. Las regiones de Holanda y parte de Bélgica se declararon protestantes y buscaban la independencia de España. La guerra de los Países Bajos se perdió por el apoyo de Inglaterra a los protestantes y por las dificultades económicas de la Corona. Por fin, en 1598, Felipe II concedió la autonomía a los Países Bajos, pero sólo la aceptaron las provincias del Sur, católicas (Bélgica). El norte (Holanda), calvinista, fue prácticamente independiente.
•
Enfrentamiento con Inglaterra. Luchó contra la corona inglesa por motivos religiosos, porque
Inglaterra también apoyaba a los rebeldes holandeses y por los problemas que
suponían los piratas ingleses que robaban el oro de América a los barcos
españoles en la zona del Caribe.
La consecuencia más sobresaliente de este enfrentamiento es el intento fallido de invasión de Inglaterra con el fracaso de la conocida “Armada Invencible”, una enorme armada de barcos de guerra (unos 100) con la que el rey Felipe II intentó invadir Inglaterra. Sin embargo, fracasó incluso antes de la verdadera batalla, pues hubo una mala planificación: faltaron efectivos para tener garantías de éxito y además una fuerte tempestad destruyó buena parte de la flota en el viaje de regreso a España.
La consecuencia más sobresaliente de este enfrentamiento es el intento fallido de invasión de Inglaterra con el fracaso de la conocida “Armada Invencible”, una enorme armada de barcos de guerra (unos 100) con la que el rey Felipe II intentó invadir Inglaterra. Sin embargo, fracasó incluso antes de la verdadera batalla, pues hubo una mala planificación: faltaron efectivos para tener garantías de éxito y además una fuerte tempestad destruyó buena parte de la flota en el viaje de regreso a España.
Los
piratas ingleses y la contraarmada
En cuanto a los piratas ingleses, se ha fabulado mucho acerca de ellos. Es cierto que atacaban a los barcos españoles que traían oro, plata y otras riquezas de América. Pero también es cierto que ni una sola flota española fue hundida por los ingleses en el siglo XVI. Y que conocidos piratas como Bloque tuvieron éxitos y fracasos por igual. Los éxitos se han destacado en exceso (por ejemplo el ataque a Cádiz) y de los fracasos casi nadie se acuerda. Por ejemplo, en 1586 la armada de Blake trató de abordar en el Caribe a una flota española. El pirata atacó con 25 barcos de guerra de los que solo 8 lograron regresar a Inglaterra, después de sufrir una de las muchas derrotas que la historia ha olvidado.
En cuanto a los piratas ingleses, se ha fabulado mucho acerca de ellos. Es cierto que atacaban a los barcos españoles que traían oro, plata y otras riquezas de América. Pero también es cierto que ni una sola flota española fue hundida por los ingleses en el siglo XVI. Y que conocidos piratas como Bloque tuvieron éxitos y fracasos por igual. Los éxitos se han destacado en exceso (por ejemplo el ataque a Cádiz) y de los fracasos casi nadie se acuerda. Por ejemplo, en 1586 la armada de Blake trató de abordar en el Caribe a una flota española. El pirata atacó con 25 barcos de guerra de los que solo 8 lograron regresar a Inglaterra, después de sufrir una de las muchas derrotas que la historia ha olvidado.
La reina Isabel I de Inglaterra
encomendó en 1589 al corsario Blake la invasión de la costa altlántica española
y Portugal. Era la revancha por el ataque de la Armada Invencible el año
anterior y también la ocasión de realmente atacar un reino en el momento que
pensaron estaría en una situación más vulnerable por la pérdida de su armada.
El caso es que también los ingleses con una armada incluso mayor (alrededor de
150 barcos) tuvieron un fracaso igual de estrepitoso, no lograron invadir
ningún territorio y perdieron en batalla o por el mal tiempo la mitad de los
barcos.
•
Unión dinástica con Portugal. Tras la muerte del rey Manuel
de Portugal, Felipe II reclamó su derecho al trono portugués pues su madre era
la princesa Isabel de Portugal. Como es obvio, había más candidatos y hubo una
pequeña guerra de sucesión, pero el poder del rey español le proporcionó la
corona, de manera que fue proclamado rey de Portugal en 1581.
Como rey de Portugal no sólo se unificaba la Península Ibérica sino que incorporaba al imperio español las posesiones portuguesas en América y Asia. España y Portugal estuvieron unidos casi un siglo hasta 1640
Como rey de Portugal no sólo se unificaba la Península Ibérica sino que incorporaba al imperio español las posesiones portuguesas en América y Asia. España y Portugal estuvieron unidos casi un siglo hasta 1640
Balance
final de su Reinado.
La nación española resultó de la unificación de Castilla y Aragón en 1479, aunque ambos reinos tuvieron sus gobiernos separados. En la época en que Felipe II (1556-1598) ascendió al trono, llegó a ser el gobernante de un territorio enorme, amplio y disperso, que incluía España, los Países Bajos, las dos Sicilias, y un imperio en rápida expansión en el Nuevo Mundo. Añadió Portugal a su reino en 1580, y consecuentemente trajo consigo la Península Ibérica bajo su control. [...] Muchos de los problemas de Felipe -y de España- se originaron de la naturaleza altamente descentralizada del imperio. Dentro de España propiamente, Aragón, Cataluña y Valencia tenían sus propias leyes y sistemas tributarios; Portugal retuvo su sistema separado desde su incorporación en 1580 hasta su independencia en 1640; y Sicilia tuvo su propia legislatura y estructura tributaria. Nápoles y Milán estaban bajo un control más directo desde Madrid. (Balance extraído del libro: Tres milenios de historia de España, de Antonio Domínguez Ortiz)
La nación española resultó de la unificación de Castilla y Aragón en 1479, aunque ambos reinos tuvieron sus gobiernos separados. En la época en que Felipe II (1556-1598) ascendió al trono, llegó a ser el gobernante de un territorio enorme, amplio y disperso, que incluía España, los Países Bajos, las dos Sicilias, y un imperio en rápida expansión en el Nuevo Mundo. Añadió Portugal a su reino en 1580, y consecuentemente trajo consigo la Península Ibérica bajo su control. [...] Muchos de los problemas de Felipe -y de España- se originaron de la naturaleza altamente descentralizada del imperio. Dentro de España propiamente, Aragón, Cataluña y Valencia tenían sus propias leyes y sistemas tributarios; Portugal retuvo su sistema separado desde su incorporación en 1580 hasta su independencia en 1640; y Sicilia tuvo su propia legislatura y estructura tributaria. Nápoles y Milán estaban bajo un control más directo desde Madrid. (Balance extraído del libro: Tres milenios de historia de España, de Antonio Domínguez Ortiz)
3.
Economía y sociedad en el siglo SVI
3.1. Economía.
Desde mediados del siglo XV aproximadamente hasta finales del siglo XVI, Europa vive un periodo de crecimiento económico. Coincide con la transición de la Edad Media a la Edad Moderna o, si se quiere, del feudalismo al capitalismo.
En este sentido España fue una de las razones que impulsaron el capitalismo europeo (aunque el proceso había empezado) gracias a la gran cantidad de oro y plata que introducen desde América y con el cual se acuñan las monedas.
3.1. Economía.
Desde mediados del siglo XV aproximadamente hasta finales del siglo XVI, Europa vive un periodo de crecimiento económico. Coincide con la transición de la Edad Media a la Edad Moderna o, si se quiere, del feudalismo al capitalismo.
En este sentido España fue una de las razones que impulsaron el capitalismo europeo (aunque el proceso había empezado) gracias a la gran cantidad de oro y plata que introducen desde América y con el cual se acuñan las monedas.
El impacto de los metales americanos sobre la
economía española es paradójico: por un lado proporcionó enormes cantidades de
dinero, que en lugar de producir riqueza, impulsar las manufacturas, en
definitiva, desarrollar la industria, sirvió para comprar productos fabricados
en el extranjero y pagar las numerosas guerras. La escasa productividad del
país, la enorme inflación causada por la llegada masiva de plata y el enorme
déficit provocado por los gastos de la guerra, provocaron hambrunas y miseria
en la mayoría de la población, como , recordemos, bien supo plasmar la novela
picaresca.
3.2.
La sociedad del s. XVI
La sociedad española de los siglos XVI y XVII era una sociedad continúa siendo estamental y jerárquica, en la que todos los ciudadanos no eran iguales ante la ley. Se reconocían 2 clases o estamentos privilegiados:
– La nobleza y el clero. Clases privilegiadas que no pagaban impuestos y tenían otros privilegios ante la ley
– El pueblo llano. La mayoría de la población que no gozaba de estos privilegios y pagaba impuestos
Aunque hacia finales de siglo se aprecian los primeros síntomas de cambio hacia la moderna sociedad de clases, donde los privilegios o la pertenencia a una clase social no se adquieren sólo por nacimiento o cargo sino que se consiguen con dinero. Se empezó a imponer el capitalismo y la monarquía, agobiada por las deudas, comenzó a vender títulos nobiliarios al mejor postor.
La sociedad española de los siglos XVI y XVII era una sociedad continúa siendo estamental y jerárquica, en la que todos los ciudadanos no eran iguales ante la ley. Se reconocían 2 clases o estamentos privilegiados:
– La nobleza y el clero. Clases privilegiadas que no pagaban impuestos y tenían otros privilegios ante la ley
– El pueblo llano. La mayoría de la población que no gozaba de estos privilegios y pagaba impuestos
Aunque hacia finales de siglo se aprecian los primeros síntomas de cambio hacia la moderna sociedad de clases, donde los privilegios o la pertenencia a una clase social no se adquieren sólo por nacimiento o cargo sino que se consiguen con dinero. Se empezó a imponer el capitalismo y la monarquía, agobiada por las deudas, comenzó a vender títulos nobiliarios al mejor postor.
Análisis
social
Quizá el principal problema, el que supuso el fin del poderío español fue la mentalidad de la población, los valores sociales. Como hemos dicho, la época del Renacimiento coincide con un primer desarrollo del capitalismo comercial y con el inicio del Estado moderno. Sin embargo, en España, esta evolución no se hace en beneficio ni de la burguesía, ni del cuerpo administrativo de funcionarios reales (los letrados), ni de los trabajadores; sino que son la aristocracia y los valores caballerescos los que se imponen. El ideal de caballero en el s. XVI se convierte en el modelo a seguir por la sociedad.
El caballero ideal ya no es el guerrero, como en la Edad Media, sino el cortesano, el que se dedica a la escritura y a la guerra (escritores soldados como, por ejemplo, Cervantes o Garcilaso de la Vega). La nobleza se interesa por la cultura y se impone un ideal “ocioso”, es decir: se critica y se ve mal el trabajo manual, y, por contra, se valoran el arte y el lujo. Hay un desprecio por las actividades productivas y el trabajo manual, considerado como oficio despreciable, impropio de un caballero. «Dios mandó al hombre rico que obrase y no le dijo que trabajase, que esto pertenece a los pobres», se decía en la época. Por tanto, el trabajo es sinónimo de pobreza y mala imagen social. Las grandes fortunas invierten su dinero en comprar nuevas tierras, pero no en crear industrias o en el comercio.
Además el caballero ideal estaba obligado a la caridad, debía ayudar al mendigo por lo que muchas personas del pueblo llano prefirieron ser mendigos (pues recibirían ayuda del caballero) antes que labrar la tierra o trabajar en el taller, lo que provocó falta de mano de obra para trabajar y el inicio del histórico atraso industrial de España.
Quizá el principal problema, el que supuso el fin del poderío español fue la mentalidad de la población, los valores sociales. Como hemos dicho, la época del Renacimiento coincide con un primer desarrollo del capitalismo comercial y con el inicio del Estado moderno. Sin embargo, en España, esta evolución no se hace en beneficio ni de la burguesía, ni del cuerpo administrativo de funcionarios reales (los letrados), ni de los trabajadores; sino que son la aristocracia y los valores caballerescos los que se imponen. El ideal de caballero en el s. XVI se convierte en el modelo a seguir por la sociedad.
El caballero ideal ya no es el guerrero, como en la Edad Media, sino el cortesano, el que se dedica a la escritura y a la guerra (escritores soldados como, por ejemplo, Cervantes o Garcilaso de la Vega). La nobleza se interesa por la cultura y se impone un ideal “ocioso”, es decir: se critica y se ve mal el trabajo manual, y, por contra, se valoran el arte y el lujo. Hay un desprecio por las actividades productivas y el trabajo manual, considerado como oficio despreciable, impropio de un caballero. «Dios mandó al hombre rico que obrase y no le dijo que trabajase, que esto pertenece a los pobres», se decía en la época. Por tanto, el trabajo es sinónimo de pobreza y mala imagen social. Las grandes fortunas invierten su dinero en comprar nuevas tierras, pero no en crear industrias o en el comercio.
Además el caballero ideal estaba obligado a la caridad, debía ayudar al mendigo por lo que muchas personas del pueblo llano prefirieron ser mendigos (pues recibirían ayuda del caballero) antes que labrar la tierra o trabajar en el taller, lo que provocó falta de mano de obra para trabajar y el inicio del histórico atraso industrial de España.
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